Wicca es un viaje positivo hacia la iluminación por medio de la veneración del Dios y la Diosa y el arte místico de la magia. Es una religión chamánica orientada hacia la naturaleza, así como una mezcla única y excitante de lo tradicional y lo ecléctico que no busca ni convertir, ni confortar y tampoco controlar.
A diferencia de muchas otras religiones, Wicca no afirma ser el único camino que existe y no es proselitista en contra de otras tradiciones religiosas (a pesar de que a veces, por desgracia, lo inverso sea el caso). Wicca no es anticristiana pero desconoce la existencia del pecado, del Diablo o la existencia de un Dios juzgador y vengativo, como lo define la cristiandad. Wicca es una palabra anglosajona que significa "someter" o "tener sabiduría". Wicca promueve el pensamiento libre, la creatividad artística, la individualidad y el crecimiento personal, espiritual y psíquico. Es una celebración del ciclo de las estaciones y de la vida.

Wicca es respetar y vivir en armonía con todas las cosas vivas. Wicca es luz. Wicca es amor. Wicca es llamada el arte del sabio y es tanto antigua como nueva. Wicca es un sendero como no existe otro en el mundo. En mi opinión, Wicca no es exactamente una religión (como concepto) sino un sendero espiritual. Este camino es una forma de vida, una forma de vivir. Nosotros no tenemos libros sagrados o iglesias (tenemos libros para nuestro aprendizaje y círculos de reunión para compartir nuestras ideas y escuchar otras, pero eso está muy lejos del punto original) como otras religiones pero eso no significa que no tengamos una base.
La Magia no es, para nosotros, algo sobrenatural, sino que emana de nuestras propias fuerzas y sobre todo, de las del Dios y la Diosa y de todo aquello que han creado. Dicho esto, se puede perfectamente ser Wicca y no querer practicar la magia, al igual que se puede practicar la magia y no tener nada que ver con la Wicca.
En cualquier caso, un Wicca sólo practicara la magia para fines positivos o curativos, y nunca para intervenir en la voluntad de otra persona. Es decir, podemos hacer un hechizo para que el amor entre en nuestras vidas, pero nunca haremos uno para seducir a una determinada persona, coartando así su libre albedrío.
De la misma manera, tampoco echamos maldiciones contra nuestros enemigos, aunque está perfectamente justificado protegerse mediante un hechizo del mal que nos quieran hacer
Aunque la mayor parte de nosotros cree que el espíritu divino está en todas las cosas, en lo que estamos de acuerdo es que la fuerza creativa del universo tiene dos aspectos opuestos y complementarios. Allá donde las religiones orientales los llaman Yin y Yang, nosotros preferimos llamarlos el Dios y la Diosa. Estas divinidades son también las que adoraron nuestros antepasados más antiguos, que solían conocerlos bajo los aspectos de Diosa de la Fertilidad y del Dios Astado Cazador.
Algunos círculos o aquelarres, a la Diosa se le da preferencia o incluso se la adora sin el Dios. En algunos casos, se suele hacer referencia a la Diosa Triple y a sus aspectos de Doncella, Madre y Vieja. Estos aspectos, por poner una comparación entendible, serían como llamarle Carmen, Dolores, Mercedes, Rosario o cualquier otro nombre a la Virgen María de la religión cristiana. Son diferentes aspectos o advocaciones de una misma divinidad. Además, existe la costumbre de algunas ramas de la Wicca de llamar al Dios y/o a la Diosa según nombres celtas, sajones o incluso romanos o cristianos.
Esto se hace para hacer el culto más adecuado a las circunstancias culturales de cada uno, pero lo que adoramos es lo mismo.